Semana marcada por el cierre del viernes, lo que nos lleva a una vela semanal fea.
El gráfico del Ibex muestra un aspecto delicado. El cierre semanal por debajo de los 10.000 no es una buena noticia y necesitamos una fuerte reacción al alza en esta semana entrante para que no se ponga feo de verdad.
Las cosas en contra son el delicado escenario internacional de los países periféricos de la zona Euro y el aspecto técnico.
A favor tenemos varias también:
Los dividendos de las grandes compañías, nos dicen que aunque el Ibex baje más, quién compre a estos precios debería de obtener grandes beneficios en los próximos dos años.
El aspecto de los grandes índices, que mueven los mercados mundiales, sigue siendo alcista.
El sentimiento de los inversores es muy bajista, esto es una buena señal aunque parezca una locura. La razón es por la teoría de la opinión contraria, que nos dice que si todos están negativos, los que están comprando tienen que ser unos pocos con mucho dinero, y estos siempre suelen ganar.
La conclusión es que el corto plazo está muy complicado, pero no es descartable en absoluto una fuerte reaccíón al alza.