El retroceso hasta la zona de ruptura de los 6.950, debería de considerarse como algo normal, incluso aprovechable para adoptar nuevas posturas alcistas.
El problema es que del modo en que se ha llegado al objetivo no invita a la esperanza. Una vela negra contundente que promete continuar mañana a la baja.
Al final el cierre de mañana va a ser importante, si acabamos por encima de los 6.950, independientemente de lo que haya pasado durante el día, será una buena señal, si por el contrario volvemos a ver otra vela negra, solo podremos esperar a que aguanten los 6.750, pero se complicará el panorama.
Al final la señal de ayer de perder los mínimos de anteayer, ha funcionado como una señal temprana a lo que venía hoy.