Cuando hablábamos de irse directamente a los 6.700 puntos, parecía que estábamos un poco locos. Pues ahí estamos a apenas doscientos puntos del objetivo.
Lo normal es que desde ahí haya un rebote considerable, incluso es muy posible que estemos muy cerca de los mínimos anuales.
Lo cierto es que la debacle continúa y nadie sabe donde vamos a parar.
A los precios actuales las compras en los valores fuertes deberían darnos una rentabilidad superior al 50% en menos de dos años.