El miedo en el cuerpo es lo que tienen los inversores a día de hoy.
Y no es para menos. El pánico se apodera de la gente y se producen ventas desesperadas. No sabemos cuando se detenbdrá la sangría, pero quien compra cuando todos venden siempre gana.
Lo normal es que mañana perdamos incluso los 9.000 y venga la reacción alcista.