Ante la última sesión del año el Ibex no se inmuta. Parece que se encuentra cómodo en estos niveles.
Si bien es cierto que el volumen brilla por su ausencia, lo cual nos viene a decir que los grandes operadores están celebrando las navidades lejos de los mercados y será a partir del próximo lunes cuando pongan las cartas sobre la mesa y nos den más pistas de la evolución futura de los mercados.
Entretanto, hay que disfrutar las fiestas, que tiempo habrá de estresarnos con los futuros vaivenes de la renta variable.
Así pues la única incógnita, aunque meramente testimonial, es si acabaremos el año por encima del 12.000 o no.
Mañana lo veremos.