Parecía que el Ibex se hacía fuerte, recuperando los 10000 y dando esperanzas a los alcistas, cuando al Santander no se le ocurre otra cosa que hacer una gran ampliación de capital institucional un 10% por debajo del precio de cierre. Y estallo el terremoto, de golpe bajan las acciones del Santander un 10% arrastrando al Ibex y a otros valores del sector bancario, y todo acaba mal, muy mal. Casi un 4% de caída, con Santander un 14% abajo.
No contentos con esto, el Santander rebaja su dividendo anual de 60 céntimos a 20 de un plumazo. Total, un absoluto desastre para los inversores fieles al Santander, que se sienten muy maltratados, con toda la razón del mundo.
Con este panorama, y con el Dow dando bandazos, pero sin superar sus máximos, la opción bajista parece la más cerca de producirse.
En cuanto a valores, pues el protagonista es Santander, que es la impresión de haber hecho un movimiento desesperado, seguramente por su cabezoneria de seguir manteniendo un dividendo insostenible tras los descensos de resultados de los últimos años.
Del resto, mucha precaución, sigue siendo momento de ver los toros desde la barrera.