Empezó bien la semana, con un Ibex rebotando, pero la gasolina duró hasta la resistencia de los 9.100 puntos.
Tal y cómo dijimos la semana pasada, ahí iba a estar la clave, y no pudo ser, por lo que volvieron las caídas. y para colmo, el jueves un fallo del supremo que obliga a los bancos a pagar los impuestos que han estado pagando los particulares en las constituciones de las hipotecas, provocó una caída muy violenta de todo el sector.
Acabamos con un viernes esperanzador, cerrando 130 puntos por encima del mínimo del día.
Lo cierto es que este cierre no es suficiente como para apostar claramente por unas bolsas flojas, en las que los Americanos están solo a un 2% de sus mínimos, y que si los pierden, puede desencadenar una oleada de ventas.
La clave es la misma que la semana pasada, si el Ibex tomara fuerza y superara los 9.100 puntos, sería una buena señal y el posible inicio de una buena recuperación, pero mientras tanto hay que estar muy tranquilo y con una alta dosis de liquidez.
Por valores, el sector bancario, por el que ya no apostábamos ha sufrido mucho, y ya veremos…..
El sector eléctrico ha recuperado muy bien el desplome de la semana anterior y confirma su condición de valor refugio, por el gran dividendo que ofrece.
Del resto de alcistas, ACS empieza a preocupar y debería de recuperar los 34 € por acción pronto, Repsol se está apoyando en su media de 200 días y parece un buen punto de entrada, mientras que Amadeus y Viscofán rebotan bien y siguen fuertes.
Cuidado con BME, un valor que siempre he recomendado por su gran dividendo. Con el impuesto que el gobierno quiere poner a las operaciones financieras, puede provocar una caída fuerte en el negocio que se repercuta en menores beneficios y esto siempre hace caer la cotización. Ahora cotiza en los 26,16 y ha perdido su media de 200 días que está en los 27,5.
Por el lado mas negativo, esta semana les ha tocado arruinarse a los que apostaban por otro valor bajista, DIA. Cuidado, porque está en mínimos históricos, lo que se llama «caída libre» y además no rebota, por lo que el peligro de nuevas caídas es muy grande.
OHL, lo ha vuelto a hacer mal, y hay que olvidarse de él por el momento, al igual que de todos los valores bajistas.
En definitiva, quién incumple la norma de no invertir en valores bajistas, está jugando a la ruleta rusa, y si no le ha tocado ya, es solo cuestión de tiempo una debacle mayor.